Dentro del testimonio presentado por la Fiscalía para fortalecer la acusación de fraude en contra de dos de las personas detenidas e involucradas en el caso, Sergio Armando G. C. y Diana Ivonne C. P., se detalló que ocurrió con el proyecto de la mina "La Morita".

La compra de dicha mina, fue presentada por la empresa Aras como una inversión que daría muchas ganancias y utilizada para captar a nuevos inversionistas.

Uno de los encargados, que declaró como el "imputado 6" en el caso Aras, señaló que desde un inicio, recomendó no comprar dicha mina.

El principal motivo fue que en los estudios preliminares, encontraron plata con magnesio, un mineral que no es viable para producir en las minas debido a que no existe en el mundo un reactivo capaz de separarlos y juntos no tienen valiosos.

El CEO de Aras, Armando Gutiérrez no hizo caso y realizó el contrato de compraventa, a pesar de que faltaban certificaciones esenciales para la operación de la mina.

Aras compró la mina a la empresa CAMEX, con pago inicial de 625 mil dólares con pagos del mismo monto por trimestre hasta el año 2024.

El "imputado 6" declaró que nunca existió dinero para operar la mina, donde se gastaban de 4 a 5 millones de pesos mensuales.

La mina fue utilizada en Aras como un principal atractivo para lograr nuevos socios e inversiones en la empresa, la realidad fue que únicamente logró operar pocas semanas y vender desechos de minería a una empresa sudamericana.

La información fue proporcionada por el "testigo 6" que trabajaba en el sector minero y que fue contactado por Armando Gutiérrez para dicho proyecto.

El mismo al final acudió a denunciar cuando observó que una cuenta con su nombre, era utilizada para transferrir diversas cifras de dinero.