Este Jueves Santo, los católicos recuerdan la institución de la Sagrada Eucaristía y el Sacerdocio, dos sacramentos de gran importancia.

Durante la Última Cena, nuestro señor Jesucristo consagró el pan y el vino como su propia carne y sangre e instruyó a sus apóstoles ”hagan esto en memoria mía”, como medio para alcanzar la salvación y vida eterna.

En la iglesia San Miguel Arcángel se llevó a cabo la misa ante cientos de feligreses y se llevó a cabo el lavatorio de pies.

El sacerdote lavó los pies de 12 niños para revivir el acto de humildad realizado por Jesucristo a sus apóstoles.

De esta forma inicia los días más importantes de la Semana Mayor, hoy además se rememora hora santa con la oración de Jesucristo en el huerto de los olivos y traición de Judas.