Posverdad

Durante su tercer informe en la zona norte, la gobernadora Maru Campos dejó claro que en Juárez "no hay game over", enviando un mensaje de resistencia y continuidad en su administración.

El discurso estuvo cargado de un balance de avances en salud, educación y seguridad, aunque en la frontera la percepción de los ciudadanos suele ser otra.

En el tema de seguridad no dejó pasar la salida de Juárez del top 10 de las ciudades más violentas del mundo.

El mensaje de la gobernadora deja entrever que la batalla sigue, pero más allá del slogan motivacional, la gran pregunta es si el gobierno estatal logrará que Juárez y Chihuahua la 4T deje de avanzar o incluso pierda terreno.

El mensaje no pasó desapercibido en la grilla de Morena, mucho menos del alcalde, Cruz Pérez Cuéllar y la superdelegada del Bienestar, Mayra Chávez,

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Los aranceles del 25% que hoy  entran en vigor son un golpe directo a la economía de exportación, y Ciudad Juárez, como una de las principales fábricas del mundo, no se salva del impacto.

El golpe más fuerte lo resentirá la industria automotriz, uno de los pilares de la economía fronteriza. Si cada auto sube 3 mil dólares en precio debido a los aranceles, la competencia se endurecerá y las plantas maquiladoras de Juárez podrían perder inversiones clave, afectando empleos y salarios.

El sector agropecuario también está en la mira. México abastece uno de cada cuatro alimentos consumidos en EU y con la medida proteccionista de Trump, las exportaciones del campo se tambalean.

Pemex y su plan B intentarán desviar las exportaciones petroleras hacia otros mercados para evitar el golpe, pero la realidad es que el comercio con Estados Unidos no tiene sustituto inmediato.

El verdadero problema es que Trump prolonga la incertidumbre. Este mes sube los aranceles, el siguiente los aplaza, luego los retoma… todo con el objetivo de mantener la presión en México y Canadá.

La pregunta es: ¿Estamos preparados para un juego económico que Trump controla a su antojo?