Periodismo; verdad y patria en la revolución de la información

“El periodismo pues, es verdad, es patria, es cultura, es norma, es conciencia” y “también el periodista representa orientación para el cumplimiento fiel de las leyes en su mejor, más sana, amplia y correcta interpretación”, describió el doctor Jáquez Balderrama sobre el contexto actual.

Rindió la ponencia ‘Peligros y retos del periodismo’, parte de la Semana del Humanismo, el mayor evento de presentaciones académicas que organiza la facultad.

Refirió que la humanidad a través de miles de años ha atravesado un proceso largo y complejo en el cual se identifican tres revoluciones: la agrícola con la cual el humano dejó de ser nómada, la industrial con todo el desarrollo que significó y finalmente la tercera es la revolución de la inteligencia, “que se centra en el ser humano; en su capacidad de comunicarse y transformarse”.

Pero actualmente pasa por una cuarta: la revolución de la información. Aquí es trascendental la computación, el internet y la avasalladora presencia que tiene en las redes sociales.

“Es una red que se reconoce como una nueva forma de comunicación humana. Nada escapa de esta realidad”, algo que describe como muy poderoso.

“Nos ponen en alerta sobre los peligros que tiene encima el periodismo que dañan fuertemente la relación institución-medio-sociedad”, expuso sobre el desafío que implica para el comunicador, en la búsqueda de ciudadanos más educados y responsables.

“La nueva era de la comunicación está estrechamente vinculada a los impresionantes avances en la generación y expansión del conocimiento humano en lo que ahora se considera como una megatendencia de este siglo”, aborda el doctor Jáquez.

Citó a distintos autores, entre ellos Juan Luis Cebrián, quien presenta entre los nueve principios básicos del ejercicio profesional del periodismo la verdad como primera, seguida de la lealtad a los ciudadanos, la disciplina de la verificación, la independencia de los hechos, ser vigilante del poder, otorgar tribuna a las críticas pública y el compromiso; el ser interesante y oportuno; seguir las noticias de forma exhaustiva; tener el derecho a ejercer lo que dicta la conciencia.

“La libertad de expresión y derecho a la información también peligran en México”, dijo sobre el contexto actual, para luego concluir: “No cambiaron la pasión de la verdad por la pasión de la palabra. El acontecimiento, el hecho noticioso, es el eje de su labor, el eco de todo. Sin periodistas no hay periodismo y sin periodismo no hay democracia”.