EN PALACIO reveló el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, que se ha reunido unas 20 veces con Gilberto Loya, secretario de Seguridad Pública del Estado de Chihuahua.

Esto dice mucho porque dentro de lo protocolario y lo guardadas que son las formas, el embajador está reconociendo que tiene comunicación muy estrecha con Loya.

Así que el intercambio de información de primera mano y de alto nivel ha de ponerse bueno por lo constante que es.

La información que maneja Chihuahua, ya sea de la Plataforma Centinela con las cámaras, de inteligencia y de investigación, puede estarle sirviendo a los Estados Unidos, en particular tras detectar aumento en la migración.

Sobre todo porque el CBP y autoridades federales estadounidenses han estado deteniendo en El Paso y el resto de la frontera con Chihuahua a criminales importantes, muchos organizaciones como el Tren de Aragua de Venezuela y las Maras de Venezuela, en lo que se está centrando el Tío Sam y por el que ya hay alertas en el lado mexicano.

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POR LA VIOLENCIA se pronunció el empresario Carlos Slim, en el contexto de la guerra de capos en Culiacán y la inseguridad en general en el país, incluidas las regiones oriente y sur del estado de Chihuahua.

Ha mantenido un perfil -no bajo pero sí- tranquilo en el sexenio y desde la escena pública, fiel a su estilo dejó de qué hablar, porque atajó el problema del momento.

Expuso que México padece del narcotráfico y homicidios, que restringen la libertad porque cuando hay inseguridad no se es libre.

Se fue a las causas y habló de trabajar la familia en armonía, con educación, salud y nutrición, porque sin familias integradas se debilita la sociedad.

Son pendientes que recaen sobre las autoridades del país, los comentarios del dueño de América Móvil y Telcel seguro no caerán en saco roto en Palacio Nacional y para la próxima presidenta Claudia Sheinbaum.

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