Posverdad

El Consejo Promotor de las Exportaciones de Ciudad Juárez (COPEX) se convierte nuevamente en el epicentro del diálogo estratégico entre los sectores público y privado. Este miércoles 15 de enero de 2025, figuras clave del ámbito empresarial y representantes gubernamentales se reunirán en el Centro de Inteligencia Artificial, un escenario que, por sí mismo, simboliza el potencial transformador de la región fronteriza.

El evento contará con la presencia destacada del Dr. Vidal Llerenas, Subsecretario de Industria y Comercio, y del Lic. Héctor Ochoa, Coordinador General del Corredor Económico del Bienestar Frontera. Ambos son piezas clave en la articulación de políticas que buscan convertir a esta región en una de las más competitivas del país, y su participación envía un mensaje político claro: el gobierno está apostando fuerte por Ciudad Juárez como punta de lanza especialmente ahora con el Plan México

Entre los asistentes se encuentran nombres que representan el músculo empresarial de la región. Figuras como Miriam Guadalupe De La Vega de CADER, Carlos Murguía Chávez de DECJ, y Raúl de León de FICOSEC, se suman a otros líderes como Mario Cepeda de COPARMEX e Isela Molina de CANACINTRA, quienes llegan con agendas claras y expectativas altas. La presencia de Jaime Ávila de INDEX y Miriam Baca de CODER refuerza la visión exportadora del sector manufacturero, mientras que nombres como Gustavo González de Southwest Manufacturing Inc. remarcan la relevancia del empresariado binacional en esta mesa de diálogo.

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El destape de una red de meseros en bares de Ciudad Juárez que presuntamente utiliza a la Policía Municipal como herramienta para ejecutar detenciones, ha desatado una tormenta política y mediática que ya pone en jaque a la Secretaría de Seguridad Pública, comandada por César Omar Muñoz.

Lo que comenzó como una práctica conocida —pero tolerada— de involucrar a la policía para exigir el pago de cuentas, ahora escala a un nivel alarmante. Según las denuncias, en algunos casos los meseros generan tickets inflados de manera fraudulenta, y cuando el cliente se niega a pagar, la amenaza de ser detenido por “fraude genérico” entra en acción.

La ley es clara: quien consume, debe pagar. Hasta aquí, nadie discute la necesidad de hacer cumplir las normas. Pero lo que ocurrió en el bar Eclipse cambia la dinámica del debate. 

En este caso, se destapó un esquema de cuentas falsas que llegaban hasta los 53 mil pesos, con la Policía Municipal actuando como cómplice para "privar de su libertad" al cliente por 48 horas, claro utilizando la ventana legal que tienen como autoridad. 

El caso ya encendió las alertas dentro de la Secretaría de Seguridad Pública, y César Omar Muñoz ordenó la investigación para conocer ¿Qué tan profunda es esta red? ¿Quiénes dentro de la corporación están involucrados? estas preguntas son inevitables.