Zapata propone restringir actividades engañosas en plazas públicas

Zapata señaló que la publicidad engañosa puede tener consecuencias económicas al generar desconfianza e idoneidad entre los consumidores, afectando así la satisfacción de sus necesidades. Definió la publicidad engañosa como aquella que, en su afán de aumentar las ventas, falsea o tergiversa información, prometiendo cualidades incomprobables o atribuyendo características únicas a un producto que comparte con otros de su tipo.

En relación con prácticas como la videncia y la lectura del futuro, la diputada mencionó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró constitucional que la charlatanería sea considerada un delito. Esto se debe a que algunas personas o grupos se aprovechan de la ignorancia y creencias de otros para obtener lucro, lo cual se configura como un fraude.

En el contexto de quienes pretenden prever el futuro, Zapata describió a estas personas como videntes, autodenominadas poseedoras de dones de "videncia" o "clarividencia". Argumentó que estos individuos afirman tener la capacidad de predecir eventos futuros sin un proceso mental, método o razón aparente para acceder a esa información.

La iniciativa busca evitar que las autoridades municipales asignen espacios en plazas públicas para este tipo de actividades, con el objetivo de preservar el orden y la tranquilidad, garantizando el cumplimiento de leyes, reglamentos y disposiciones aplicables.