Fue su primer juego en el Bronx desde que dejó a los Yanquis para firmar un contrato histórico de 765 millones de dólares por 15 años con los Mets. Aunque respondió con cortesía al rechazo, levantando el casco y llevándoselo al pecho como gesto de respeto, el público no fue indulgente.
Soto tuvo una noche discreta: negoció tres bases por bolas, falló con un rodado y un elevado, sin lograr mayor impacto en el primero de los seis juegos previstos en la Serie del Subway para esta temporada.
En el campo, los Yanquis se impusieron 6-2 con el brazo de Carlos Rodón, quien hiló su cuarta victoria consecutiva. El zurdo lució sólido frente a la artillería de los Mets y recibió apoyo ofensivo de Paul Goldschmidt, que impulsó dos carreras, y de Cody Bellinger, quien conectó tres imparables.
Para los Mets, la noche no solo dejó una derrota en el marcador, sino también un recordatorio del vínculo que Soto rompió con la afición del Bronx, una herida que, al menos por ahora, sigue abierta.