Posverdad

Ayer, en lo que parecía ser una simple sesión previa de cabildo, Ana Carmen Estrada decidió sacudir el ambiente con un movimiento inesperado: la presentación de un punto de acuerdo para la creación de un fondo de ayuda destinado a equipos deportivos y culturales. 

Un gesto que, para muchos, parece más una jugada política que un simple acto administrativo.

La historia reciente de la sindicatura en Juárez ha sido discreta, limitada a cumplir con los informes trimestrales que marca la ley. Sin embargo, Estrada dejó en claro que ella no piensa seguir ese camino. Se autoproclamó como una síndica propositiva y anunció su intención de usar sus atribuciones para incluir dictámenes en las comisiones del cabildo.

Este movimiento, que algunos vieron como una brisa fresca, fue rápidamente avalado por figuras como Héctor Ortiz, Antonio Domínguez, Karla Escalante, Jorge Bueno e incluso el panista Alejandro Alberto Jiménez, quien elogió su trayectoria como diputada y regidora.

Pero no todos en el cabildo compartieron el entusiasmo. María Dolores Adame, coordinadora de los regidores de Morena, no se quedó callada. Acusó a Estrada de exceder sus atribuciones, sugiriendo que la síndica debería limitarse a sus funciones tradicionales de resguardo del patrimonio municipal.

Adame fue directa al señalar que, al presentar dictámenes, Estrada le faltaba el respeto a los regidores encargados de las comisiones. Incluso le recordó que el artículo 36 inciso A del Código Municipal delimita claramente sus responsabilidades.

La tensión subió de nivel cuando Héctor Ortiz tomó la palabra para defender a Estrada. En lo que muchos describieron como una verdadera cátedra jurídica, Ortiz expuso, reglamento en mano, que la síndica sí tiene la facultad para presentar dictámenes. La lección fue clara: en el cabildo, hay quienes dominan el terreno legal y otros que deberían tomar nota.

Este enfrentamiento no solo mostró las tensiones internas en el cabildo, sino que dejó a María Dolores Adame en una posición incómoda. Las jugadas de poder en este órgano no son nuevas, pero lo que sí es evidente es que Ana Carmen Estrada está decidida a hacerse notar, y su rol como síndica será todo menos discreto.

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Maité Vargas se sube al tren de Cruz Pérez Cuéllar: la carrera rumbo al 2027

La política chihuahuense está comenzando a definir sus cartas, y Maité Vargas, diputada federal por Morena, no ha perdido tiempo en alinearse con el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, en su camino hacia la gubernatura del estado en 2027.

Desde las elecciones, la relación entre Vargas Meraz y Pérez Cuéllar ha sido más que cercana, con apariciones constantes de la diputada al lado del alcalde en redes sociales y eventos públicos.

Durante la campaña de reelección de Pérez Cuéllar, ya se vislumbraba el respaldo de Vargas.

Sin embargo, la reciente gira del alcalde por municipios clave como Nuevo Casas Grandes, Villa Ahumada, Casas Grandes y Janos consolidó la alianza entre ambos, mostrando que no solo comparten la visión de la Cuarta Transformación, sino que también están preparando el terreno para la sucesión gubernamental.

El mensaje en redes de Vargas es revelador: "La mayoría de la 4T estamos convencidos de que con Cruz debemos encabezar los esfuerzos para alcanzar un Chihuahua más próspero y justo", dejando poco espacio para la interpretación.

Ya no se habla solo de Juárez, sino de todo el estado. Vargas, claramente, ve en Pérez Cuéllar al próximo líder de Chihuahua y está dispuesta a jugársela con él.