Posverdad

Para algunos, el nombramiento de Liz Guzmán como presidenta del Congreso de Chihuahua fue una sorpresa.Pero para los morenistas que conocen el entramado político, era una jugada más que evidente.

Guzmán no solo es una aliada leal de Ariadna Montiel, sino que también es la verdadera operadora detrás de muchos de los éxitos de la 4T en Chihuahua durante el sexenio de AMLO.

Mientras otros, como Juan Carlos Loera, se distraían con la grilla y las elecciones, Liz Guzmán se enfocaba en lo que realmente importaba: sacar adelante los programas sociales que cambiaron la vida de miles de chihuahuenses.

Desde las pensiones para adultos mayores hasta las becas Benito Juárez, ella fue la ejecutora silenciosa, pero efectiva, del bienestar en el estado. La lealtad y el trabajo de Guzmán no han pasado desapercibidos, y su ascenso a la presidencia del Congreso es un reconocimiento a su incansable labor.

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Mientras tanto, en el gabinete de Cruz Pérez Cuéllar, las aguas parecen estar más calmadas de lo que muchos esperaban. Aunque el presidente municipal ha estado realizando un análisis exhaustivo del desempeño de su equipo durante los últimos tres años, las señales apuntan a que los cambios serán mínimos.

La reciente reelección de Cruz es un claro indicador de que, en términos generales, la ciudadanía aprobó su gestión, lo que también extiende ese voto de confianza a su equipo cercano. Sin embargo, en política, la complacencia nunca es una opción. Si bien se anticipan algunos enroques y ajustes, estos serán más estratégicos que una señal de descontento con el desempeño general.

En estos momentos, cualquier especulación sobre cambios radicales es solo eso, especulación. La verdadera decisión aún está en manos de Cruz, y es solo cuestión de tiempo para que se haga el anuncio oficial.

Mientras tanto, los funcionarios deben seguir cruzando los dedos y asegurarse de no bajar la guardia.

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Desinflan la burbuja del nearshoring que tanto se ha estado presumiendo estos años post-pandemia y ha pegado directo en el estado de Chihuahua, particularmente en Ciudad Juárez.

Catorce empresas industriales que iban a invertir en Juárez cancelaron o congelaron sus proyectos de manera indefinida.

La información la reventó José Medina Mora, presidente de Coparmex a nivel nacional, quien habla de 44 mil empleos.

Culpa al Plan C y la Reforma Judicial que provocan nervios sobre México por la incertidumbre jurídica, esencial para invertir, pero realmente todo indica que realmente no estaban las condiciones para el nearshoring, es decir, para que las empresas que salen de China decidieran venir para acá.

Ahí está Tesla, pese al anuncio con bombo y platillo de la Gigafactory en Nuevo León, de golpe la suspendió Elon Musk porque Trump va a poner más difíciles las condiciones para importar autos fabricados en México.

Todavía faltará conocer cuáles son las empresas que cancelaron inversiones en Chihuahua.