Posverdad

Después de disfrutar de una semana y pico de vacaciones, el alcalde Cruz Pérez Cuéllar vuelve al ruedo, y lo hace con la tarea nada envidiable de preparar el papeleo para el cierre de su administración 2021-2024. Esta semana se espera una reunión de gabinete donde todos los funcionarios deberán demostrar que están listos para el proceso de entrega-recepción.

Lo interesante será ver cuántos de estos funcionarios presentan su renuncia, un gesto que, aunque simbólico, pone sobre la mesa el compromiso moral adquirido tres años atrás, cuando Pérez Cuéllar les brindó su confianza. Ahora, aceptar o no esas renuncias será una decisión que recaerá en el alcalde, quien revelará su veredicto tras tomar protesta el próximo 9 de septiembre. En este último acto, se verá quién realmente valora la liana burocrática y, sobre todo, quién sigue siendo indispensable para el presidente municipal.

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En medio del ajetreo que implica el cierre de una administración, desde el segundo piso de la Presidencia Municipal ha llegado una orden clara: ni pensar en correr o contratar a alguien. Este mandato, dirigido a todos los directores generales y coordinadores, refleja la realidad de un proceso de entrega-recepción en el que ya no es posible realizar movimientos en la plantilla de personal.

Este congelamiento traerá una calma aparente en las oficinas del gobierno municipal. Pero ojo, que esta calma no es sinónimo de estabilidad, sino más bien de una burocracia que, al estar atada de manos, ha dejado de funcionar a pleno rendimiento. Así que, por ahora, todos a respirar hondo... pero sin perder de vista el futuro, pues quienes sobrevivan a esta transición podrían encontrarse con una administración que necesitará cambios profundos en las próximas semanas.

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El fin de semana estuvo marcado por la adrenalina en los festejos del Día del Bombero, donde los elementos participaron en actividades de resistencia dignas de una competencia olímpica. Sin embargo, el evento también sirvió para recordar a Roberto Briones, exjefe de Protección Civil, cuyo legado dejó un hueco difícil de llenar en el departamento de Bomberos.

La nostalgia se apoderó de la jornada cuando los bomberos rindieron homenaje a Briones, quien dedicó más de 20 años de su vida a proteger a Ciudad Juárez. Este reconocimiento no solo fue un tributo a su carrera, sino también un recordatorio de que, incluso en la burocracia más rígida, el valor y la dedicación individual pueden dejar una huella imborrable.