“Combate biológico a plaga de chapulín”: Acosta Pérez

Este programa, conocido como Manejo Vigilante de Cultivo, busca anticipar y controlar posibles brotes de esta plaga que representan un riesgo para los cultivos agrícolas de Chihuahua.

Aunque la incertidumbre sobre la magnitud del problema persiste, la preparación y respuesta rápida han sido clave en situaciones de emergencia, demostrando la importancia de contar con recursos adecuados.

El programa federal que respalda estas acciones se ha visto limitado por insuficiencia de recursos. En este sentido, el apoyo del Gobierno Estatal ha sido fundamental para garantizar la efectividad de las medidas preventivas y de control. Es crucial contar con financiamiento adecuado para hacer frente a esta y otras emergencias agrícolas, asegurando la protección de los cultivos y la seguridad alimentaria de la población.

Hasta el momento, dijo Acosta Pérez, las acciones implementadas han incluido el uso de control biológico para contrarrestar la plaga en las zonas afectadas, con resultados alentadores.

Se busca priorizar métodos biológicos sobre soluciones químicas, enfocándose en estrategias sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. La combinación de experiencia y determinación en la ejecución del programa ha permitido avanzar de manera efectiva en la contención de la plaga.

El enfoque del programa se divide en dos vertientes principales: el control biológico como primera opción y el uso de métodos químicos solo en casos excepcionales. Esta estrategia resalta la importancia de promover prácticas agrícolas sustentables y reducir la dependencia de soluciones agresivas para el medio ambiente. El compromiso con la protección de los cultivos y el apoyo interinstitucional son elementos clave en la lucha contra la plaga de chapulín en el estado de Chihuahua.