Posverdad

Quien activó la grilla política en Ciudad Juárez y los municipios de Chihuahua fue el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, al divulgar una foto de su reunión con Andy López, el influyente secretario de organización de Morena. Este gesto, calculado o no, despertó un enjambre de especulaciones en los círculos de los politólogos y en los siempre efervescentes grupos de WhatsApp color guinda.

La figura de Andy López no pasa desapercibida. Como heredero político de su padre, ostenta un peso significativo en el Movimiento, ahora consolidado tras las recientes modificaciones estatutarias que fortalecen su influencia. Su poder, lejos de ser discreto, se convierte en un factor clave para cualquier estrategia de mediano plazo en Morena.

En este contexto, no sorprende que las voces en el análisis político apunten a que Cruz Pérez Cuéllar haya puesto sobre la mesa un proyecto con miras al 2027, acompañado de su visión del escenario político en Chihuahua. 

La carrera ya comenzó, y la galopada hacia el 2027 promete emociones fuertes, donde las alianzas y estrategias definirán quién se queda con la candidatura

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En un movimiento que redefine las prioridades en la agenda de seguridad, la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos Galván, ha decidido ampliar el espectro de combate contra la inseguridad al incluir dos frentes que históricamente han sido desatendidos: la lucha contra las adicciones y la atención integral a la salud mental.

En la reciente sesión de la Mesa Estatal de Construcción de la Paz, Campos no solo se limitó a revisar cifras de operativos y detenciones —un clásico en estas reuniones—, sino que marcó un viraje estratégico. 

Reconoció que los problemas de violencia e inseguridad no pueden abordarse exclusivamente desde la fuerza pública, sino que requieren atacar las raíces: las adicciones como cantera del crimen organizado y el abandono de la salud mental como caldo de cultivo para los conflictos sociales.