Posverdad

La lider de Morena, Luisa Alcalde, metió freno de mano a quienes ya se veían navegando con bandera de impunidad hasta el 2030.

Todo febrero, el debate sobre reelección y nepotismo ha estado en la arena política nacional, sobre todo porque en el horizonte inmediato están las elecciones en Durango y Veracruz, pero lo verdaderamente pesado viene en 2027, cuando habrá un proceso electoral clave.

Ayer, la discusión subió de tono en el Senado, luego de que Adán Augusto López moviera la iniciativa original de la presidenta Claudia Sheinbaum, que proponía frenar el nepotismo en 2027, y la alargara hasta 2030. Un guiño claro a los mini partidos aliados de Morena, como el Verde y el PT, donde la herencia de cargos es casi una tradición familiar.

Pero ¡tómala! Justo cuando algunos creían que tenían el camino despejado, Luisa Alcalde salió con todo para respaldar la postura original de Sheinbaum. No solo dejó claro que el freno al nepotismo y la reelección es un hecho, sino que fue más allá: las nuevas reglas aplicarán para todas las fórmulas a futuro, sin margen de maniobra.

Este golpe de timón manda un mensaje contundente: en Morena ya no se repartirán cargos como herencia, y si alguien creía que podía acomodarse con una silla garantizada por tres años más, mejor que lo piense dos veces.

***********

Donald Trump se guardó el garrote… pero solo por un mes más. El republicano decidió darle aire a Claudia Sheinbaum y Justin Trudeau antes de aplicar los aranceles del 25%, una medida que sacudiría las tres economías de América del Norte.

Ahora dice que será en abril, pero lo mismo podría patear el balón a mayo, junio o quién sabe cuándo. No se trata de una concesión, sino de una táctica de presión quirúrgica: mantener la incertidumbre para que los sectores económicos presionen a los gobiernos y les exijan resultados.

El verdadero objetivo de Trump es claro: que México y Canadá –pero sobre todo México– trabajen sin descanso para frenar la migración irregular y el tráfico de fentanilo. Hasta ahora, los operativos espectaculares y las detenciones han sido el escudo de Sheinbaum para evitar la represalia económica, pero la pregunta es: ¿hasta cuándo será suficiente?