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Una entrevista, una anécdota y un cuento | Por Manuel Serna

*Crece interés ciudadano por la transparencia: Alejandro De la Rocha

*Aprendí a defenderme en secundaria

*Chihuahua en el Top 10

Por: Redacción 02 Febrero 2019 11 57

 

La entrevista:

De 9 mil solicitudes de transparencia que era la cifra histórica en el Instituto Chihuahuense para la Transparencia y Acceso a la Información Pública, en 2017 subió a más de 14 mil, informó Alejandro De la Rocha Montiel, Comisionado Presidente del organismo ciudadano.

Agregó el titular del Ichitaip Chihuahua que la Transparencia y la Rendición de Cuentas van de la mano, que ambas llegaron para quedarse y fomentar la participación ciudadana.

Aseguró el exdirector de COPARMEX que Chihuahua estado quedó dentro del Top 10 de las entidades más transparentes del país y que la meta será seguir escalando lugares.

Recordó que cuando entró a estudiar la secundaria supo lo que era el Bullying y gracias a eso aprendió a defenderse de los compañeros que querían molestarlo por su condición de albinismo.

El ex consejero del Instituto Estatal Electoral comenzó la entrevista para tiempo.com.mx y puentelibre.mx así:

Mi nombre es Alejandro De la Rocha Montiel, soy hijo de Ernesto de la Rocha, médico de profesión, cirujano gastroenterólogo y de mi madre, Adela Armida Montiel, comerciante de la región de Guadalupe y Calvo.

Ellos son descendientes de migrantes que llegaron a Chihuahua a mediados del Siglo XIX cuando el presidente Benito Juárez por decreto les otorgó unas tierras que abarcaban parte de Chihuahua, Durango y Sinaloa.

Somos tres hermanos, yo soy el mayor, sigue Sandra, que también es abogada y después Luis Mauricio, a quien le gustó más ser empresario.

Me tocó nacer en Monterrey y vivir los dos primeros años de mi vida en la Sultana del Norte, aunque realmente no recuerdo nada de aquella ciudad.

Somos dos albinos, mi hermana Sandra y yo, por esa condición genética necesitamos más apoyo y acompañamiento que en otras circunstancias.

Hemos investigado que es muy difícil que se dé el gen albino, se requiere que exista en padre y madre, repercute en tercera o cuarta generación, y se da el caso de que vengamos en camadas, es decir, alguien albino seguramente tendrá otro hermano igual, lo que sí es muy difícil es que mis hijos o nietos sean albinos.

Al terminar de estudiar mi papá su especialidad en monterrey llegamos a Parral donde viví una bonita infancia y me inscribieron el kínder en el Colegio Montessori que está por Las Fuentes.

A mi papá le iba bien como doctor, trabajaba en el IMSS y consideró que era mejor para nuestro desarrollo educativo migrar a esta capital a donde llegamos en 1981.

La escuela primaria estaba atrás de a casa y aunque nos criamos como todos los niños de la época y salíamos a jugar futbol, bote volado, hacer amistad con perros callejeros y dedicarme el deporte.

Por mi condición de albino no pude practicar los deportes exteriores como me hubiera gustado pero me inculcaron la natación en donde me mantuve en nivel competitivo desde los 6 a los 18 años.

Una vez en el Club Deportivo Britania en lugar de entrar a natación me inscribí en clases de tenis y me fue muy mal por el intenso sol, no alcanzaba ni a ver la pelota.

Egresé de la escuela primaria Rosaura Bravo, tengo muy bonitos recuerdos de mis profesores quienes se portaron muy bien conmigo, no conocí el Bullying hasta que entré a la secundaria.

Para la prepa ya ingresé a La Salle e hice a las principales amistades y a las de más años, fue una de las mejores épocas de mi vida, participé en las misiones lasallistas.

Me acuerdo que cuando íbamos a cumplir con alguna visita a la Sierra mis compañeros siempre estaban preocupados por El Sol, pero siempre me protegí con filtro solar y ropa adecuada.

Se fortalecieron mis valores y principios, tuve en claro que debía estudiar derecho y mi opción siempre fue la Universidad Autónoma de Chihuahua y no me equivoque.

Más allá del nivel académico yo sabía que ahí estaba la gente con mayor influencia de Chihuahua, había funcionarios de gobierno, mucho asesores de todos los niveles de la administración pública.

En lo personal siempre he simpatizado con la derecha, soy muy afín a la meritocracia, del libre mercado y de la cultura del esfuerzo, respetando lo que cada uno logre con su propio trabajo.

He llegado a la conclusión que en la actualidad ya no caben las diferencias de blancos y negros sino que hay que aceptar que los matices grises y lo que a nosotros se nos inculcó como el bien común y en la izquierda denominaron interés general, tienen mucha coincidencia.

También que a veces hay que ponerle controles al mercado y evitar cuestiones que generan discriminación o desventajas no muy correctas.

De acuerdo a lo que aprendí de mis papás, siempre había que llegar temprano y en las vacaciones tampoco tenía mucho la opción de disfrutarlas, me decía mi padre, “debes leer este libro y quiero un resumen para la tarde de lo que hayas avanzado”.

Me revisaba hasta las faltas de ortografía pero el pobre nunca pudo resolver mis problemas de escritura pero eso sembró el amor por la lectura.

Buscó impulsarnos en el tema de las ciencias naturales pero mi hermana y yo quedamos en las ciencias sociales.

Me gustan las ciencias naturales, de hecho tengo una enciclopedia sobre los insectos, cuyo estudio me llama la atención, aprendí la técnica de mi papá de relacionar palabras para aprender.

Lamentablemente al acudir a los hospitales como estudiante me desmayé en tres ocasiones cuando vi la sangre; también puedo decir que química fue de mis materias favoritas a diferencia de las matemáticas donde siempre fue panzazo.

En mi condición de albino no alcanzaba a ver el pizarrón y eso limitó mucho el aprendizaje de las matemáticas, no recuerdo haber alcanzado a distinguir las fórmulas.

En el momento que las observé me sorprendió conocer la forma del símbolo de Pi porque al no ver lo que escribía el maestro, lo imaginaba.

Cuando en la maestría que realicé llevé estadística, me sorprendí de que no hubiera visto las fórmulas matemáticas en la secundaria y preparatoria y que sólo las hubiera imaginado.

Por disciplina familiar siempre practiqué deporte, estuve muchos años en taekwondo, karate y natación.

Me tocó vivir la crisis del 94, el famoso, error de diciembre cuando muchos negocios quebraron, en ese tiempo ingresé a la Universidad Autónoma de Chihuahua y vi los problemas que muchos pasamos para salir adelante.

La vida me permitió conocer gente muy trabajadora, Dios siempre me ha puesto ángeles en el camino para facilitarme el recorrido por esta vida.

La carrera de derecho me pareció muy interesante y de lo que me gustó se me hizo muy fácil, la termina como uno de los mejores promedios de mi generación con poco más de un 97.

Mi formula fue sencilla, al llegar cada día de la facultad, primero comía y por la tarde le daba una repasada a lo que habíamos visto en las clases.

Al llegar los exámenes ya contaba con la capacidad para aprobar, además de que participaba en clases y me acercaba a los maestros.

Nunca entré a la política estudiantil ni a las grillas con las planillas en la escuela, siempre fui respetuoso del pensamiento de los demás.

Unos maestros estaban como funcionarios con Francisco Barrio, luego llegaron otros que habían iniciado su función con Patricio Martínez y evité cualquier forma de polémica.

Nunca he militado en el PAN ni en otros partidos, pese a mis simpatías, porque empecé a ver como se iban creando los órganos autónomos.

Curiosamente mis mejores amigos son priístas, ahora morenistas y considero que me llevo bien con todas las ideologías.

Recuerdo con cariño a mis maestros: Ricardo Torres Medina, que me dio introducción al derecho, también al licenciado Mazpúlez a quien consideré mi amigo, al ex notario, Meza Santini, a la maestra Cluadina Villegas con su clase de sociología.

Otro amigo muy querido es el maestro Víctor Emilio Anchondo Paredes y su cátedra de contratos, Razón Meyer me dio amparo y el Gordo Portillo que en paz descanse, a lo mejor emito a alguien pero no es la intención.

El me enseñó que en los organismos electorales donde participé muchos años, por más que hubiera pleitos por diferencias políticas o de otro tipo, era como en la lucha libre triple A, puro show, pero al final de día no había problema.

Tuve excelentes maestros como el licenciado Héctor Hernández Varela, mi maestro de derecho constitucional, Flor Aidé que no dio derecho Civil, el licenciado Rivera Soto que daba seminario.

Como dejar de menciona a El Pato de las Casas, otro de los grandes maestros entre mucho otros que se me pueden estar escapando.

El maestro Aguilar que fue Secretario aquí en el Instituto de Transparencia fue un gran mentor.

Quiero agradecer a los compañeros que me lidiaron y que me ayudaban en los traslados por mis limitaciones a la hora de conducir.

Al terminar la carrera opté por la titulación automática, no vi el sentido de tener algún examen y aproveche para irme a Vancouver Canadá por siete u ocho meses aprendiendo inglés de negocios y problemas socioeconómicos globales, tomé clases de oratoria, fortalecí mi segundo idioma, además de historia americana y otros estudios.

Cuando regresé encontré a mis amigos en trabajos estables, yo había estado en etapa de estudiante con el licenciado Pérez Romero, en temas laborales.

Cuando existía Fortalecimiento Municipal en el Gobierno del Estado, nos contrataron para hacer un estudio y una homologación de los reglamentos municipales de todo el estado.

Fue una labor titánica, desde encontrar reglamentos que hablaban de corridas de toros, hasta lo que más se puedan imaginar, recorrimos todo el estado.

Empezaba a verse la inseguridad en sus inicios y nos mandaron de gobierno del estado a Guadalajara a tomar un curso sobre el crimen.

A finales del año 2000 estuve un tiempo en el despacho del licenciado Fuentes Huerta y ahí me di cuenta que ni el derecho civil ni el penal, eran lo mío.

Me acerqué al Instituto Estatal Electoral con Sergio Piña Marshall, donde tuve la oportunidad para el proceso electoral de 2001 en la jefatura del departamento jurídico.

En ese tiempo recibí una invitación del Javier Medina Mata de COPARMEX y me ofreció una vacante que tenían en el Departamento Jurídico.

Me sirvió el perfil que tenía, realicé las entrevistas y de inmediato entré, en sueldo era casi lo mismo que en el IEE pero lo que me hizo aceptar fue que me ofrecieron una beca para estudiar una maestría en el Tec de Monterrey.

Hablé al IEE para renunciar y me ofrecieron más sueldo, debo comentar que en aquel entonces había más obligaciones y éramos solamente cuatro abogados.

Me fui a la Confederación Patronal de la República Mexicana y me gustó mucho trabajar en COPARMEX y yo me quedaba hasta la madrugada trabajando si era necesario.

Ahí surgió la evaluación al municipio cuando no había Transparencia como tal y fue cuando se propuso por primera vez la homologación de las elecciones.

Fue Javier mesta quien la analizó, la trajo desde el estado de Veracruz en cinco o seis opciones, pero hasta 2013 se implementó como propuesta de los partidos políticos.

La población de la entidad estaba cansada de tanto proceso, era cada año con excepción de la elección intermedia, así que un año era una, al siguiente otra, luego se descansaba, después otro año si y al otro también.

Nosotros tuvimos el proyecto del IMPLAN y el observatorio de seguridad pública que fue cuando generamos el Comité de Participación Ciudadana.

Integramos a 50 organizaciones y fuimos reconocidos por el Banco Mundial…

Cuando iba a cumplir casi 24 años me tocó ir a Juárez con el IEE a la elección extraordinaria y al terminar el proceso me reintegré a COPARMEX.

En 2004 Julio Cesar Santa Cruz me invitó a ser Secretario de la Asamblea Municipal de Chihuahua y participé en ese proceso que es el que más me ha gustado.

Hubo varios factores como que fue sencilla para mí, tampoco existían candidaturas comunes y como participaron seis partidos tres se fueron por un lado y tres por el otro.

Atendía y trataba sólo a dos representantes y fue muy sencilla porque venía del IEE y tenía muchos amigos.

La ley permitía que siguiera en COPARMEX así que entraba por la mañana salía hasta la madrugada, por fortuna no hubo problemas de impugnaciones por los resultados finales.

Me fui al municipio pero no me gustó pero para mí buena suerte fue el propio Eduardo Valles Grijalva, Presidente de COPARMEX, el que me ofreció regresar pero como Director.

Me apoyé en Don Federico Terrazas que en paz descanse y otros grandes empresarios quienes me cobijaron bastante y participamos activamente en los siguientes procesos electorales.

Siempre competimos sanamente con CANACO y CANACINTRA para ser mejores, la verdad es que todos los empresarios tienen sus simpatías políticas.

En la elección de 2016 apoyé a Luis Enrique Terrazas en su candidatura independiente.

Previamente realizamos en 2015 el Encuentro Nacional al que asistió el presidente de la república.

Aprendí del sector empresarial él como si, COPARMEX fue la gran escuela y me dio la experiencia que necesitaba para desarrollarme.

Realicé una maestría en el Tec de Monterrey enfocada en Administración para organismos del tercer sector.

En ese importante sector patronal aprendí que se debe aprender varias veces una nueva profesión durante el transcurso de tu vida y ahora soy abogado pero se Administración, y también manejo la comunicación social.

Del 2007 al 2015 estuve como consejero del IEE y con Fernando Herrera realizamos acciones de promoción del voto en épocas no electorales.

De 2001 a 2015 en COPARMEX, hasta que en 2016 se abrió la oportunidad en Transparencia.

No me era ajeno ya que como COPARMEX ya habíamos participado en muchas acciones relacionadas con este reto.

Está pasando con la Transparencia lo mismo que pasó con la educación, en el discurso todo mundo dice que es prioritario peo al momento de entrarle traen otras ocupaciones.

Creo que los municipio deben contar con mecanismos que les facilite subir todo lo que les obliga el tema de la transparencia, e fundamental que no lo vean como una carga.

En el tema de la transparencia como en muchos otros estamos en la migración tecnológica a través de páginas web o transmisiones en vivo por internet.

A nivel Estado Chihuahua está en el Top 10 en esta materia y en el lugar 5 como garantes.

Chihuahua y Juárez atienden bien sus unidades de transparencia pero la mejor es la del Poder Judicial y el Poder Legislativo ha hecho un gran trabajo al igual que en el Poder Ejecutivo.

En 2017 hubo 14 mil solicitudes de información, cuando el histórico era 9 mil y lo que significa que la gente está empezando a requerir.

La transparencia debe ser un elemento para combatir la corrupción y disminuir la impunidad, pero también debe servir para ponernos a todos en igualdad de circunstancias para obtener los beneficios que el sector público le da a la sociedad.

Transparencia va de la mano con Rendición de Cuentas que preguntará, ¿Cómo justificaste lo que me estas transparentando?

No hay que confundir, Acceso a la Información es el derecho que tienes de consultar, investigar y difundir información.

La obligación de Transparencia que tiene la autoridad debe realizarla lo pida o no el ciudadano, debe poner a la vista de todos sus operaciones.

Rendición de Cuentas es el acercamiento a la autoridad donde explica o justifica sus acciones o el por qué de cada una de ellas.

Estoy muy agradecido con el Pleno del Congreso por la confianza, en el camino se me van presentando ángeles como  las comisionadas que tienen una gran experiencia y que complementan la función del Instituto.

En el ICHITAIP tenemos un equipo muy comprometido, siempre que voy al entrevista de prensa, invito a los comunicadores para que vengan a vernos trabajar.

Tenemos entre 6 y 7 personas evaluando a 280 sujetos obligados con más de 3 mil reactivos.

Somos cinco comisionados, Rodolfo Leyva, Amelia Lucía Martínez, María Nancy Martínez Cuevas, Alma Rosa Armendáriz y yo. Todos elegidos por el pleno del poder legislativo,

La transparencia llegó para quedarse, claro que debe mejorar, es perfectible y nuestro trabajo es trascender en este órgano ciudadano.

¿Quiere opinar sobre el Rodolfo Leyva?

Quiero decir que respeto mucho al licenciado Leyva y por lo mismo no quiero decir nada, en lo personal no tengo conflicto ni con él ni con nadie.

La anécdota:

Cuando estuve en Fortalecimiento Municipal del Gobierno del Estado me empezaron a decir El Bachinivo los compañeros.

Cuando les pregunté no me dijeron hasta que me mandaron a Bachíniva y entonces supe que era, porque se pasaba de Rubio.

El Gordo Portillo lo socializó en público tiempo después…

El cuento:

Cuando iba a entrar a la secundaria mis papás me quisieron inscribir en La Salle, y por dar las contras me fui a la escuela San Felipe.

Fue una época pesada, ahí conocí el Bullying pero también aprendí a defenderme, hice muy buenos amigos y supe que en eso de dar carrilla, el que pega primero pega dos veces.

En alguna ocasión que me hicieron enojar, el profesor de educación física propuso resolver el asunto poniéndome los guantes de box con otro compañero que estaba bastante fuerte pero le gané.

Recuerdo que a manera de burla los compañeros comentaban, Alejandro no vio ¿cómo?, pero le ganó al otro, nunca le he sacado a las competencias, al reto, tengo un poco de miedo a la altura pero lo puedo manejar.


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