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*Urge solución a escasez de agua: Ricardo Peña *Relación de respeto con Maru *Recontrató JMAS a corridos *Corral igual que Barrio


Por: Redaccion 09 Septiembre 2017 07 14

La Entrevista:
Para el regidor Ricardo Peña, líder del sindicato de la Junta Municipal de Aguas y Saneamiento de Chihuahua, es urgente buscar soluciones de fondo al grave problema de la escasez de agua potable en la capital, ya que no se cuenta con proyectos concretos de solución a mediano y largo plazo.
“Creo que es tiempo de que las autoridades implementen acciones concretas y no esperen a que se colapsen las fuentes que nos abastecen del vital líquido”, insistió el exdiputado suplente por el VIII Distrito Electoral Federal en el periodo 2012-2015.
Expresó el cetemista Peña Parra que acompañado de su colega regidora tricolor Rosy Gaytán, son una oposición responsable que pondera el respeto y el trabajo con la alcaldesa panista, Maru Campos Galván, “apoyamos la gobernabilidad, pero pedimos respeto y más transparencia”, apuntó.
Asimismo, dijo que sí fue verdad que los actuales directivos de la Junta de Aguas despidieron a los expertos en los tandeos sin haber aprendido a realizarlos y colapsaron la distribución durante los meses más calurosos, llegando a afectar la colonia donde vive el gobernador.
Externó que la Administración del Ejecutivo Estatal, Javier Corral, 2016-2021, está actuando igual que la de Francisco Barrio, 1992-1998, en cuanto al trato con el Sindicato e la JMAS, y que es una película que ya vieron.
Manifestó que están preparados para buscar puntos de coincidencia con las autoridades panistas y empezó la entrevista así: Mi nombre es Ricardo Peña Parra, regidor presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Cabildo.
Soy hijo de Jesús Peña Sánchez, y Soledad Parra Parra, mi papá fallecido en 1999, fue trabajador de la Junta Municipal de Aguas, como operador.
Originario de Chihuahua capital donde nací un 10 de noviembre de 1959 mi madre tiene 92 años y proviene de la sierra, de Cusihuiriachi, para ser preciso.
Fuimos 10 hermanos, soy el quinto, la mayor es Olga, sigue Jesús, Cecilia, Ana, Susana, Vilma, Soledad, Eduardo y Sonia.
Estoy casado con mi esposa Alejandrina De la Rosa, tenemos dos hijos: Diana Alejandra y Ricardo.
Diana es licenciada en Psicología y mi hijo es ingeniero, soy abuelo de una niña hermosa de 8 años, que se llama Dana.
Mi educación la hice en escuelas de gobierno, terminé la primaria en la Ángel Castellanos.
Vivimos en la Privada de Samaniego y 42ª  en la Colonia Dale y me quedaba muy cerca la escuela.
La Secundaria la hice en la 10 que estaba en el Ferrocarril Nacionales de México y era técnica.
Al terminarla traté de ingresar a la Escuela Normal, pero debido a que trabajaba para ayudarme en los estudios llegué tarde y no alcancé ficha.
MI hermano sacó las carreras de Contador y Administrador en la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Luego anduve buscando donde estudiar y un amigo me comentó que había una Escuela de Topografía.
Las mensualidades eran de 150 pesos y representaba un costo elevado para mi papá ya que era el único que tenía trabajo de planta.
Era muy pesado sostener una familia grande con lo que ganaba en la JMAS.
Tuve que trabajar en diversas actividades para pagarme la escuela, como la venta de chapeteadas, (manzanas cubiertas de caramelo), con Don Arnulfo, también en la pintura y en otros trabajos.
Me gustaba ganarme mis pesos y también vendía cueritos con salsa y le entraba a la boleada de calzado.
Empezaba desde el viernes por la noche, sábados por la mañana y el domingo temprano tocando puertas.
Íbamos casa por casa, recuerdo especialmente una casa frente al templo de Santa Rita que nos daba hasta 8 pares de zapatos.
Nos llevaba un vaso con leche y una esponja, luego llegábamos al gimnasio Rodrigo M. Quevedo donde estaban otras casas que requerían de boleros.
Unos mormones nos llamaban mucho la atención porque eran zapatos del 10, 11 y 12 de número, o sea muy grandes.
MI mamá me llegó a hacer burritos y mientras boleaba ofrecía ese producto.
Entre a la Escuela de Topografía que se llamaba José Medrano, ubicada en la calle Libertad y 10ª.
Está donde se ubica la Gran Logia Masónica, se veían los salones que tienen.
Me gustó la topografía y la escuela nos consiguió trabajo en Chiapas, duré un año en la selva.
Estuve en el Programa de Delimitación de Áreas del Gobierno Federal en un área selvática inmensa en ese tiempo.
Los avances eran por metros ante lo espeso de la vegetación pero lo más terrible fueron los moscos, no dejan en paz.
Batallamos para comunicarnos en el dialecto de los grupos indígenas que hablan maya y otras lenguas derivadas.
Estando allá falleció nuestro jefe, el que nos había contratado, que era un ingeniero Martínez.
Nos regresamos primero a Puebla donde estuvimos tres meses para  terminar con la papelería que debíamos entregar.
Cuando llegamos a México nos ofrecieron trabajo, incluso unos se fueron a Veracruz, otros se regresaron a Chiapas, y yo a Chihuahua porque me faltaba la cartilla militar.
En esos años era indispensable y vinimos a la Quinta Zona pero no pudimos sacarla.
Entonces un amigo que trabajaba en Productos Forestales de la Tarahumara, (PROFORTARAH), me ofreció lo mismo que ganaba allá.
Me llevaron a Guadalupe y Calvo, en El Vergel, a trazar los caminos de los camiones troceros.
Terminé mi trabajo en PROFORTARAH y me contrataron en Maycoba Sonora para el Programa Gran Visión.
También viví en Yécora Sonora, recuerdo una parte donde le llamaban El Hígado porque se juntaban varios arroyos.
Vivimos en campamentos de más de 100 personas hasta que se acabó el trabajo y volví a Chihuahua.
Vi en el periódico que se requerían ingenieros en Meoqui y me fui para allá en el trazo de los canales, por Barranco Blanco, en la ampliación del Distrito 05.
Para ese tiempo me había casado, nació mi hija y me arraigué en la capital trabajando para una constructora que era de Mario Ochoa.
Estuvimos en sus instalaciones que se ubicaban en las calles 36ª y Primero de Mayo.
Fue cuando mi papá me trato de conseguir trabajo en la Junta de Aguas, me convenció por el servicio médico para la niña.
Mi pequeña había nacido en el Seguro Social y no era buen servicio.
Él quería que yo entrara a la descentralizada como topógrafo y pese a que existía una plaza, se la dieron a otra persona.
Decidí continuar trabajando fuera de la Junta hasta que me habló un amigo del Sindicato.
Me explicó que si mi papá ya estaba jubilado tenía derecho de ingresar pero desde abajo.
Entré de peón sin dejar mi otro empleo en la constructora, a veces apenas me alcanzaba a bañar después de andar en las cuadrillas lleno de tierra.
Estuve en Suministros, en Alcantarillados, la Construcción, en la Electricidad, en todos los departamentos.
Me ayudó el ingeniero Andujo que fue líder del Sindicato de Trabajadores al Servicio de la Junta Municipal de Aguas y Saneamiento.
Me dejaron con mi plaza luego del periodo de prueba que debemos pasar todos los empleados.
Dentro de los estatutos del sindicato requieren tres años de antigüedad como mínimo para ser parte del sindicato.
Me invitaron como Secretario del Interior y Exterior y al terminar ya no me animé a seguir en el comité.
Sin embargo cuando se realizó la Asamblea y se nombraron las comisiones me propusieron en la de Honor y Justicia.
A la siguiente administración sindical conjunté una planilla pese a que no tenía la experiencia suficiente.
Nos fuimos juntos el ingeniero Alvarado y yo y la ganamos con el apoyo de los compañeros y nos reeligieron.
Ya llevaba dos periodos como Secretario de Trabajo.
Decidí lanzarme como Secretario General y competí contra otros tres compañeros, había cuatro planillas.
Afortunadamente ganamos con una mayoría abrumadora y nos refrendaron la confianza en la segunda elección.
Actualmente somos 910 trabajadores sindicalizados activos, y otros pocos eventuales para completar 1150.
Son 160 empleados los que no son sindicalizados, ya que la actual administración redujo 80 plazas a los de confianza.
En la tercera elección que gané la Secretaria General en 2014, la gané por la confianza de los compañeros, pese a que me iba a jubilar en el 2015.
Me grillaron internamente pero afortunadamente volvimos a triunfar, no estuvo con nosotros Don Filemón Herrera, quien falleció.
La primera posición política fue ser suplente de regidor con Adela Soto, cuando fue alcalde Marco Quezada.
Después me dieron la oportunidad de ser suplente de Pedro Ignacio Domínguez en el Distrito VIII Federal Electoral, en donde le ganamos a Maru Campos, la actual alcaldesa.
Todo esto se lo agradezco sobre todo a la Confederación de Trabajadores de México, (CTM), pero más a nuestro dirigente, Jorge Doroteo Zapata por su apoyo.
Recuerdo que cuando le ganamos a Maru me la encontraba en terreno haciendo campaña.
Eran 200 secciones y nos separamos Pedro Ignacio por un lado, su papá, Don Pedrito por otro lado y nosotros la otra zona de la ciudad.
En las campañas se aprende a ver las carencias de la gente y a ser sensible de sus necesidades.
Se habla mucho de Granjas Cerro Grande, pero si vamos a Las Tres Marías, La Noria y lo que está más allá, hay gente que sigue usado los vasos que entregamos en campaña y los disputaban entre ellos.
Las despensas por muy raquíticas, son de gran utilidad para esa gente que vive en extrema pobreza.
Todos debemos darnos vueltas para allá para ver las condiciones en que viven.
Quienes nos dedicamos a la política tenemos una oportunidad enorme de ayudar, solamente el que no quiere no ayuda.
Tiene mucha razón la gente que reprocha que solamente vayamos cuando hay votaciones.
¿Porque no vamos ahora que están las lluvias?
¿Porque los gobiernos buscan culpables, en lugar de soluciones?
El problema de la falta de agua es muy serio y nadie ha tomado en serio algún proyecto de solución.
Esta el traer el vital líquido de San Guillermo, de la Presa de El Granero, y no entienden que es una bomba que estallará tarde o temprano.
En Chihuahua las sequias son recurrentes y el clima es extremoso, en el calor hasta 40 grados, sube el consumo de agua.
Hay piperos que son sindicalizados y este gobierno, 2016-2021, quería mocharlos, si nada mas lo hace, en junio se hubiera agravado terriblemente la falta de agua en las colonias.
¿Es verdad que corrieron a los que sabían los tandeos?
Si, lo que pasa es que en ese afán de ahorro, que es un revanchismo, los despidieron sin pensar en las consecuencias.
Es verdad que cada Administración tiene su gente, pero hay lugares que no pueden mover.
Al Sindicato de la Junta de Aguas las únicas veces que lo han tocado, han sido la Administración de Pancho Barrio, 1992-1998, y ahora con Javier Corral.
En aquel tiempo con Barrio se perdieron beneficios sindicales y ahora nuevamente van contra lo que recuperamos.
Lo que es verdad es que esta película de Javier Corral, ya pasó, ya la vivimos, nada más que ahora contamos con experiencia.
Cuando Barrio, no se contaba con un fondo de resistencia para una huelga, ahora si lo tenemos en suficiencia para resistir.
Sería muy irresponsable dejar sin agua a la Ciudad, jamás lo haríamos pero ya no estamos tan verdes.
Volviendo a los corridos de los tandeos, recontrataron al encargado de la zona de Ranchería.
Los ingenieros nuevos llegaron creyendo que sabían todo y no se dejaban ayudar.
Fue tanta su necedad que hasta sin agua dejaron El Campanario, la colonia donde vive Javier Corral
Al presidente, Mario Mata, ya lo traían porque nunca había faltado el agua como ahora en las zonas residenciales.
Yo vivo en la colonia Rigoberto Quiroz, que está por la zona sur de la ciudad y siempre hemos tenidos dos horas del servicio.
Ahora que hubo fallas ni siquiera una hora nos llegaba.
¿Es verdad que BAFAR estaba robando agua?
No, Eugenio Baeza tiene permiso, su pozo tiene años, además hay un litigio.
El problema con este gobierno es que busca culpables de todo.
A un año se perdió la seguridad, nuestros hijos, ya no salen en las noches, no debemos echar por la borda lo que habíamos logrado.
Hicimos un estudio luego de las liquidaciones para saber cuál era la situación y encontramos que hacen falta 40 empleados se normaliza el suministro.
Esto se refiere a lo técnico, las cuadrillas de agua, drenaje, suministros y bacheo.
¿En qué lugar de la lista llegó?
Fuimos el primer lugar para la CTM, el licenciado Zapata se encargó, yo me enteré el día del registro.
¿Los priístas son oposición responsable?
Rosy Gaytán y yo somos quienes buscamos hacer una oposición responsable y madura en el Cabildo.
Pese a que obtuvimos votos suficientes, nos afectaron las alianzas y quedamos dos regidores.
Los ediles independientes están en una situación poco clara, su falta de reglamentación puede beneficiar a los partidos.
¿Cómo ven la Presidencia Municipal?
Nos molesta mucho cuando mayoritean, y no quiere decir que estemos en contra de todo, sino que apliquen sus criterios sin consensos.
Los mecánicos de Seguridad Pública nos dijeron que el Halcón Uno se puede rehabilitar y que no es tan alto el costo.
Sin embargo se desechó esa posibilidad y se rentó uno que ni permiso tenia de volar.
Hemos pedido transparencia en algunas licitaciones…
En el caso del exdirector de Desarrollo Rural, tengo entendido que sigue trabajando pese a todo lo que se movió en torno a su asunto…
Son cosas que se deben aclarar.
Sin embargo con Maru hemos mantenido una relación de respeto y de trabajo, en lo que coincidimos hemos votado a favor.
Nosotros queremos que se nos informe, pero sobre todo que se informe a la gente.
El Síndico, Miguel Riggs, se ha quejado de que tienen poco eco sus observaciones al interior del Gobierno Municipal.
¿Cómo ve al PRI en el 2018?
Con posibilidades si nos ponemos a chambear, si nos comprometemos a hacer lo que se debe.
Urge activar a la autoridad en la prestación de los servicios básicos, creo que sólo en campaña se atienden esos rubros.
No puede ser que cada elección veamos lo mismo todos los partidos, las mismas necesidades debemos dejar de nadar de muertito.
No hemos hecho nada, el colector de la zona sur, en Granjas Cerro Grande es buena obra, pero no la van a poder usar porque no hay agua.
Para tener alcantarillas hay que tener agua que fluya o ahí va a estar la obra a medias.
El drenaje necesita líquido para que corra, al sanitario necesitas bajarle para que circulen las descargas.
Pienso que debieron traer primero el agua, yo vivo cercas del colector y no tengo líquido.
Los principales huachicoleros somos los de la Junta de Aguas, porque las pipas van y cargan en la conexión de El Sauz.
Estamos ordeñando el pozo del Díaz Ordaz, es decir se toma agua de la conducción de El Sauz para llevarla a las colonias.
En esas zonas la gente recibe pipas de una a dos veces por semana y llena sus tambos.
Se puede tener toda la infraestructura hidráulica y la sanitaria, pero si no hay que echarles a las tuberías, de nada sirven.
Tampoco hay que decir que todo está mal, contar con obras sanitarias, mejoran la calidad de vida y la salud de la población.
Si tienen ahora una fosa séptica, es insalubre y eso no es bueno.
La Anécdota:
Recuerdo ahora con simpatía esta anécdota:
Estaba trabajando por el Hotel Dorado que se ubica por la antigua Central Camionera.
Reparábamos una alcantarilla, tenía puesto el overol de trabajo y le daba duro a la pala haciendo batida para el "maistro".
Pasaron dos colegas topógrafos y se regresaron para decirme, ¿a poco eres tú?, --si, les contesté, ¿qué hay?-,  no, pues que vas de peor en peor…
Vas como las tortugas, -así me dijeron, y les repliqué-, pero esas avanzan, lento pero avanzan…
Seguí con mi tarea y con el paso del tiempo, mis amigos que trabajaban como topógrafos y se habían burlado, se quedaron sin trabajo y no sabían ni agarrar la pala.
Cuando se tiene familia, hay que luchar para salir adelante…
Salió una vacante de ayudante de operador en las potabilizadoras de Los Filtros, tanto en la Norte como en la Sur.
Luego me gané el cargo de operador y comencé a tener buenas relaciones de amistad con todos los compañeros.
Pedía los turnos que se acomodaban para seguir en la constructora como topógrafo.
Cuando me dieron mi base me dedique de lleno a la Junta de Aguas hasta que se dio la oportunidad de ejercer la topografía.
El Cuento:
En Chiapas hay muchas religiones y lo más difícil es que se debe aprender a valerse por sí mismo.
Vivimos en casas de madera con camas también de madera y como éramos solteros, lavábamos nuestra ropa.
Era algo muy curioso para nosotros los del norte porque cuando llegábamos al río las señoras se nos quedaban viendo y nos chiveaban que estuvieran desnudas de la cintura para arriba.
Tratábamos de alejarnos de ellas, ya que nos fuimos seis de acá, pero nos seguían, se asomaban y se reían.
Recuerdo a Efrén, otro de apellido González, Jaime Olivas, de Rubio y  uno que le decían el Plátano, de Camargo y uno de Ojinaga que cantaba como Vicente Fernández, muy inteligente, finalmente otro amigo de Las Granjas.


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