La gran memoria del cuervo: recuerdan caras y hasta guardan “rencor”

El experimento era simple: dos investigadores se pusieron cada uno del lado de la jaula de un cuervo. Uno le daba un pedazo de pan al ave, y la otra, cambiaba el trozo de ese alimento por uno de queso.

Investigadora recibe pan y luego entrega queso en un intercambio 'justo'

El cuervo fue así que empezó a participar en los intercambios, pues recibía pan y se lo llevaba al sujeto que tenía queso, pues al animal le satisfacía el trato.

En la segunda fase del experimento, el cambiaron al responsable del queso, pero en este caso, si el cuervo le llevaba pan, la investigadora solamente tomaba el trozo y se comía el lácteo.

Es decir, la investigadora no le daba queso, y hasta se lo comía frente al “decepcionado” cuervo.

Aquí el cuervo entrega el pan, como con la primera investigadora

Pero la investigadora en lugar de darle el queso, como era el trato de la anterior mujer con el cuervo, esta segunda mujer se lo comía y además, se quedaba con el pan.

Para la tercera fase, la última, cuatro investigadores participaron después de dos días de realizar las otras partes: uno se puso de un lado y su función era darle pan al cuervo. Del otro lado quedaban las otras tres personas.

Entre las tres personas estaban: 1, el investigador que antes le cambió cada trozo de pan por uno; 2, el que se comía queso; y 3, uno neutral, que no había estado en las otra fases del experimento.

Estos tres pasos los repitieron con otros seis cuervos. De los siete totales, seis cambiaban siempre su pan con el sujeto “justo”, es decir, el investigador que daba queso. El séptimo cambiaba su pan con el sujeto neutral y ninguno de los cuervos fue con el injusto que se comía el pedazo de queso.

De entre los tres investigadores, este cuervo escogió a la que siempre le dio queso, la mujer que conoció en la primera prueba

Estudio sobre la conducta de los cuervos que tienen la capacidad de recordar el rostro de una persona, incluso, de relacionarla con una experiencia negativa por hasta dos años.

Fueron investigadores de las Universidades de Lund (Suecia) y Viena (Austria) quienes hicieron los estudios para luego publicarlos en la revista científica Animal Behaviour. Enlace al estudio en inglés aquí.

“Esta clase de intercambios y cooperación es parte de la compleja vida social de los córvidos.

Entre ellos, si un individuo apoya a otro esto afectará la forma en la que estos se apoyan y conviven durante un largo tiempo”, resaltó el estudio.

Con ello concluyeron que guarda rencor el animal aunque faltan más prácticas para asegurar si realmente son dos años los que dura el rencor.

Según Jorg Massen, esto sucede en todos los miembros de la familia de los córvidos, no sólo en los cuervos.

En otros estudios demostraron además que los cuervos recuerdan rostros y saben a quién acercarse o no basados en sus experiencias.