Doble ataque deja al menos 13 muertos en Teherán

Seis hombres con armas y kamikazes atacaron ayer el Parlamento y el mausoleo del ayatolá Jomeini, en la capital iraní, y provocaron al menos 13 muertos y 46 heridos.

En los ataques, que reivindica el Estado Islámico (EI), los agresores entraron en ambos lugares y portaban fusiles Kaláshnikov, pistolas y explosivos, y abrieron fuego de forma indiscriminada.

Extremista inmoló en el interior del Parlamento, donde otros tres fueron muertos a tiros por las fuerzas de seguridad, informó el Ministerio del Interior.

Los asaltantes tomaron a varios rehenes y mantuvieron en jaque a la policía durante casi cinco horas.

El presidente iraní, Hasan Rohani, instó a la “unidad y a la cooperación regional e internacional” contra el terrorismo, publicaron en la página web de la presidencia.

Según el dirigente, “los que quieren el mal para el Irán islámico (...) reclutaron elementos reaccionarios y takfiris (como llaman en Irán a los grupos yihadistas), para intentar esconder sus fracasos regionales y hacer olvidar el descontento dentro de su propia sociedad”.

Rohani no citó directamente a Arabia Saudita y Estados Unidos, como sí lo hicieron los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite iraní, que denunció la “implicación” de estos dos países en los ataques.

Aunque Estados Unidos, entre otras naciones, condenó el ataque, el presidente Donald Trump indicó que “los Estados que apoyan al terrorismo tienen el riesgo de convertirse en víctimas del mal que lo promueven”.

Por su parte, Rusia y Siria destacaron la necesidad de aumentar la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo.