*El empleo ya no garantiza mejorar el nivel de vida *Cada vez hay más trabajadores pobres

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La crisis económica y financiera de 2008 nos está enseñando que hablar de trabajo y sueldo digno es una realidad difícil de alcanzar. Los salarios y su relación con la satisfacción de metas personales como una mejora en la calidad de vida ha ido incumpliéndose en los últimos años.

Cada vez hay peor trabajo y peor pagado, y en la sociedad se va generando un sentimiento de desilusión. Trabajar ya no sirve como medio para satisfacer necesidad básicas -de alimentación, vivienda, educación y servicios sanitarios- que permitan a la población no sólo subsistir sino elevar su nivel de vida.

Llevamos casi diez años de crisis económica y vemos como el trabajo se ha precarizado. Los empleadores tienen cada vez más poder para decidir contratos de empleo, jornadas de trabajo y para reducir salarios, todo esto con el apoyo de sindicatos y gobiernos. Una consecuencia de está situación para la mayoría de la población es el empeoramiento de sus condiciones laborales y el aumento de las dificultades para vivir con su salario.

España, país donde resido desde hace 12 años, es un ejemplo que nos muestra los efectos de la precarización del trabajo y de lo insuficiente de los sueldos. La tasa de desempleo alcanza el 18%, los contratos indefinidos son uno de cada diez y el salario medio es de 1,000 euros al mes (20 mil pesos). El alquiler de un departamento en Madrid o Barcelona cuesta 900 euros (18 mil pesos). Está situación genera que los que trabajan no puedan pagar no sólo un alquiler sino que para poder subsistir tienen que recibir ayudas de familiares o de organismos públicos. Que este ejemplo sirvan para analizar una realidad salarial que tiene como consecuencias el surgimiento de los trabajadores pobres. Aumenta la proporción de empleados que no pueden vivir con su sueldo.

La precarización de los empleos empieza a dominar el mercado de trabajo mundial. Este no sólo es un tema de empeoramiento de las condiciones laborales sino también de generador de desigualdades sociales. Sin un salario que sirva para cubrir necesidades básicas aumentará el número de pobres. El impacto social de la precarización del trabajo es muy grande. Es necesario recuperar la calidad del empleo y salarios dignos para los trabajadores.

Dr. José Ramón Santillán Buelna

Universidad Pompeu Fabra

joseramon.santillan@upf.edu