Educar para un mundo real/ Cristina Estrada

Hoy como nunca cuando pareciera que la tecnología se ha convertido en una amenaza flagrante, es cuando la educación requiere incidir mayormente en procesos formativos para enaltecer las habilidades primarias de la infancia como recurso de un futuro individuo exitoso.

Apostarle a la primaria infancia y desarrollar en ella las habilidades natas que hacen del ser humano un individuo, es vital si se espera que la educación sea exitosa.

Si la sociedad de hoy demanda personas seguras, exitosas, creativas, autónomas, independientes, analíticas y críticas, pues entonces habrá que irse a descubrir en qué momento el infante se encuentran física y tácitamente en estas condiciones para desarrollarlas.

Según estudios clínicos psiconeurológicos pediatras han detectado que, desarrollar las habilidades primarias del niño como limpiar, ordenar por tamaños, colores y formas, moverse de acuerdo a los espacios requeridos identificando la proxémica íntima, colectiva y grupal, experimentar con texturas, olores y sabores, detona en el alumno, procesos cerebrales que posteriormente incidirán en los cognitivos y de esta manera asimilar las materias que siempre han sido el “coco” de los estudiantes; las matemáticas y la lectura.

“El cerebro, en fases primerizas, se desarrolla mediante el uso de la mano. Las manualidades son fundamentales y los materiales escolares están diseñados en función de la estructura mental de cada edad. La precisión de movimientos, el control del cuerpo…maduran la mente”, decía Steve Hughes como resultado de sus estudios en neurología pediátrica.

Las herramientas manuales son los trabajos que surgen de la “creatividad” del infante y estas a su vez, de ser desarrolladas garantizan seguridad, autocontrol y cooperación si son impulsadas e incentivadas lograremos estudiantes con diversas habilidades y seguros de sí mismos.

Esta vertiente formativa era en periodos ancestrales de la educación, su máxima técnica de desarrollo educativo, recuerdo con mucha claridad que en mi primaria y secundaria existía una clase específica para “artísticas”  otra de dibujo técnico, danza folclórica y deporte también eran fundamentales para la complementación educativa, ¿Qué fue de esas materias?

Hoy la educación le ha abierto las puertas de par en par a la tecnología que sin satanizarla hace de los estudiantes “entes” pasivos, dispersos y lo peor aún, como les ofrece “todo” sin esfuerzo ni trabajo alguno, pues ellos entienden que la vida así es como hay que vivirla y el resultado es la medianía en la que se desenvuelven nuestros estudiantes al amparo de lo que las nuevas tecnologías les ofrezca.

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