La reconstrucción de la Casa de Adobe fue uno de los hitos culturales más notables de esta ciudad fronteriza.
La reconstrucción de la Casa de Adobe fue uno de los hitos culturales más notables de esta ciudad fronteriza.
Por: Gabriela Rayas R. 09 Mayo 2016 08 39
Si hay una persona que conoce de primera mano este interesante proyecto, su historia, anécdotas y los entresijos de primera mano que acaecieron en este lugar tan simbólico de la Revolución, es sin duda el historiador Don Alfredo Figueroa.
Hay que decir que la Casa de Adobe está en un lugar bastante alejado de la ciudad como para ir en transporte urbano.
Esta Casa de Adobe es un habitáculo fielmente reconstruido con bloques de adobe donde Francisco Ignacio Madero estableció su gabinete de gobierno tras proclamarse Presidente después de que el dictador Porfirio Díaz fuera obligado a huir a Francia después de 31 años de autoritarismo.
Francisco I. Madero es un personaje muy importante en la historia mexicana, a pesar de no ser muy conocido en España, eclipsado por otros personajes de tanta popularidad como Emiliano Zapata y en especial Pancho Villa.
En su preocupación por las condiciones de vida del pueblo llano, le hizo ingresar en política para implantar nuevas ideas más democráticas y de reforma social.
Opositor de la dictadura de Porfirio Díaz, acabó encarcelado, y tras fugarse fue a Texas donde organizó la Revolución Mexicana en 1910.
Precisamente esta Casa de Adobe sirvió de cuartel general o de Palacio Nacional provisional, para que Francisco I. Madero llevara las riendas del país junto con los miembros de su elegido gobierno desde abril hasta Mayo de 2011.
Según contaba el historiador Don Alfredo, existe la anécdota simpática que los americanos en aquella época le llamaban la "Casa Gris" en contraposición a la "Casa Blanca" de Washington.
En esta casa establecieron muchas reuniones que desencadenaría en la toma de Ciudad Juárez y el éxito de la revolución maderista.
Una vez Don Alfredo llega a la puerta de la casa, y deja ver un sinfín de objetos originales antiguos, que transportan a aquellos tiempos de la Revolución.
Utensilios de cocina muy comunes, y que incluso hoy en día todavía utilizan en muchas casas de la República como metates, que son como unas piedras planas talladas de origen volcánico para moler, también molcajetes o morteros del mismo material, y tortilleras para prensar las tortillas de maíz.
Otros objetos interesantes: hieleras de la época, molinillos para moler el grano y hasta un decantador de piedra para purificar el agua.
No pueden faltar los cuadros de color sepia de motivos revolucionarios, donde Francisco I. Madero toma especial protagonismo, y en algunas fotos con su inseparable escolta Máximo Castillo.
Mobiliario rústico de la época, un teléfono como el que usaba Madero, quinqués, sombreros de ala ancha, chaparreras y demás complementos para el atavío común de aquella época están muy presentes en la casa museo. Fuera de la misma, un carro traído del estado Zacatecas, y el busto de Don Francisco I. Madero.
Hay que destacar que la Casa de Adobe está en un lugar que a lo largo del tiempo ha sufrido mucho de inundaciones y que incluso el cauce del río Bravo que delimita ambos países cambio su curso provocando disputas territoriales.
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